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Rey Felipe VI instó a los partidos políticos al entendimiento

El soberano español llamó la noche del jueves a la convivencia, al diálogo y al compromiso, conceptos que fueron de los más repetidos en los poco más de 12 minutos que habló al país

Cuatro días después de las elecciones generales que han dejado a España al borde de la ingobernabilidad, el rey Felipe VI llamó en la noche del jueves a los partidos a poner el interés del país por delante del suyo propio.

"Ahora, lo que nos debe importar a todos, ante todo, es España y el interés general de los españoles", defendió en el discurso de Navidad televisado, cuando la fragmentación parlamentaria que han arrojado los comicios hace difícil la formación de un nuevo gobierno y no se descarta que haya que ir a nuevas elecciones, indicó DPA.

Ante el desafío secesionista en Cataluña, el otro asunto que agita la vida política española, el Rey lanzó "un mensaje de serenidad, de tranquilidad y confianza en la unidad y continuidad de España".

El discurso navideño del Rey es el más importante de todos los que pronuncia porque es el único que escribe él y no el Gobierno.

Ante la situación en la que se encuentra el país, Felipe VI llamó la noche del jueves al entendimiento, a la convivencia, al diálogo y al compromiso, conceptos que fueron de los más repetidos en los poco más de 12 minutos que habló al país.

Reforzó además sus palabras con un mensaje simbólico: cambió el salón de su casa por el Salón del Trono.

Por primera vez, el mensaje de Navidad llegó a los españoles desde el Palacio Real. Su padre, Juan Carlos I, siempre pronunció sus discursos en el Palacio de la Zarzuela, que es donde vive la familia, y su hijo respetó la tradición el año pasado en su primer mensaje navideño. Esta vez rompió con ella y cambió el salón de su casa por el Salon del Trono, dirigiéndose al país bajo "La grandeza y el poder de la Monarquía española", un gran fresco de Giovanni Battista Tiepolo pintado en la bóveda. El Palacio Real de Madrid simbolizaba a todos los españoles por igual, a sus tradiciones, a su pasado, a su Historia y a sus letras, se dijo.

Los intereses generales del país "deben estar siempre por encima de todo", insistió el monarca. "Esta es la gran lección de nuestra historia más reciente que nunca debemos olvidar", dijo en un discurso que los medios españoles valoraron como "prudente".

Felipe VI defendió la Constitución y la unidad de España, en la que "caben las distintas formas de sentirse español", según dijo en un guiño a los soberanistas. Llamó al entendimiento, a la convivencia, al diálogo y al compromiso, conceptos que fueron de los más repetidos en los poco más de 12 minutos que habló al país.

"España inicia una nueva legislatura que requiere todos los esfuerzos, todas las energías, todas las voluntades de nuestras instituciones democráticas", pidió. "La pluralidad de las urnas", indicó, obliga una política de "diálogo y compromiso".

"Ahora, lo que nos debe importar a todos, ante todo, es España y el interés general de los españoles", reafirmó el monarca en el segundo mensaje de Navidad de su reinado, destacó Efe.

"Los españoles nunca nos hemos rendido ante las dificultades, que han sido grandes, y siempre las hemos vencido", proclamó el monarca para reforzar sus palabras de confianza en el futuro de España y recordó que "hace décadas, el pueblo español decidió, de una vez por todas y para siempre, darse la mano y no la espalda".

Felipe de Borbón apeló así a la responsabilidad y a la voluntad de entendimiento de los partidos, porque la nueva legislatura requiere "asegurar y consolidar" lo ya logrado en las ultimas décadas.

Pidió también contar con "unas instituciones dinámicas" y sensibles a "las demandas de rigor, rectitud e integridad que exigen los ciudadanos".

En defensa de la Constitución de 1978 el Rey hizo un llamamiento a la "serenidad" y "confianza en la unidad y continuidad de España", frente a los intentos de "ruptura de la ley" y de imponer una idea o un proyecto "sobre la voluntad de los demás españoles".

El pasado mes de septiembre el Parlamento regional de Cataluña (noreste) aprobó una resolución para iniciar un proceso de independencia respecto a España, anulada por el Tribunal Constitucional este mes de diciembre.

Sin aludir expresamente al desafío independentista catalán, el jefe del Estado subrayó: "Vivimos tiempos en los que es más necesario que nunca reconocernos en todo lo que nos une" y poner en valor "todo lo que hemos construido juntos".

España es "un gran Estado, cuya solidez se basa hoy en unos mismos valores constitucionales" que "reconoce nuestra diversidad en el autogobierno de nuestras nacionalidades y regiones", argumentó el rey, antes de instar a fortalecer la "cohesión nacional".

Este país se configura como un Estado autonómico descentralizado con diecisiete regiones o comunidades autónomas, algunas de las cuales – Cataluña, País Vasco, Andalucía y Galicia – están consideradas como "históricas" y tienen un nivel superior de competencias.

Felipe VI también recordó que la mejora de la economía "es una prioridad para todos", por lo que reclamó un "crecimiento económico sostenido" que favorezca la creación de "empleo digno", que "fortalezca los servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación", y que "permita reducir las desigualdades, acentuadas por la dureza de la crisis".

España ha vivido desde hace cinco años una fuerte de crisis económica, que este año comenzó a remitir, si se hace caso a los indicadores macroeconómicos, aunque persiste un desempleo que supera el 21 % de la población, con una incidencia aún mayor en el caso de los jóvenes.

Entre los grandes desafíos internacionales, el rey destacó el drama de los refugiados que huyen de la guerra en Oriente Medio y el de los migrantes "acosados por la pobreza", así como el terrorismo, punto en el que expresó su "indignación y horror" ante atentados recientes como los de París o Kabul.

Las elecciones del domingo son las primeras que ha vivido como jefe de Estado y todo apunta a que el papel de mediador que la Constitución española otorga al rey podría cobrar relevancia ante el posible atasco institucional.

Según la Carta Magna, el monarca propone al candidato a ser investido presidente del gobierno tras un periodo de consultas con los partidos, una ronda en la que su capacidad de persuasión institucional puede ser importante para avanzar.

Las consultas comienzan después de que el Congreso de los Diputados se constituya el 13 de enero, aunque los partidos han iniciado ya contactos entre ellos sin que aún se vislumbre con claridad una salida a la situación. El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, y el de Ciudadanos, Albert Rivera, coincidieron dste jueves al menos en el deseo de evitar nuevas elecciones.

El Partido Popular (PP) fue el más votado el domingo, pero Mariano Rajoy no podrá ser investido para otros cuatro años si el PSOE, segundo, vota en contra como ha anunciado. Un gobierno de izquierdas liderado por Pedro Sánchez también parece difícil de alcanzar en un pacto con varios partidos más, entre ellos Podemos (tercero), que pide un referéndum de autodeterminación en Cataluña.

Por otro lado, cuando la economía española empieza a recuperarse de la crisis, el rey situó hoy esa mejora como una "prioridad". Defendió un crecimiento sostenido que cree "empleo digno" y un fortalecimiento de dos servicios públicos básicos que sufrieron los recortes contra la crisis: la sanidad y la educación públicas.

Se refirió también el rey Felipe VI a los atentados yihadistas que han golpeado París y otros lugares del mundo -"son auténticos ataques a nuestro modelo de convivencia y a los más elementales valores humanos"- y al "drama de los refugiados", al que sumó el de los migrantes económicos, "angustiados y acosados por la pobreza".  

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