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Mural SAN BENITO SOY YO exalta la obra del artista plástico Luis Cuevas en la Residencia Oficial

YVKE MUNDIAL/Bertha Argüello

El Artista Plástico Luis Cuevas trabaja lo gráfico y conceptual con expresión en el muralismo, el conjunto presentado de flora y fauna se conjugan para lograr movimiento y sonidos tropicales, en la obra con la serie San Benito soy yo (2019).  La propuesta estética es auténtica.

En los espacios de la Residencia Oficial se puede apreciar la obra del mencionado artista, como parte de los planes en materia cultural del Ejecutivo Bolivariano, exaltando la obra de cultores populares.

En la  inspiración no hay tiempo para la diletancia, lo lúdico es entrañable al ser que responde a su propias exigencias: nuestra orilla y puerto, gesto y músculo,  crónica y escritura, fábula y verbo nos pertenecen, son nuestros como el pan y el sudor para producirlo !Desde la serie "Manglares Sonantes" (1970)  a la serie San Benito, soy yo (2019) hay un despliegue de fuerzas motoras y sonoras que hacen vibrar y literalmente sonar el paisaje ante los ojos deslumbrados del espectador!

Señala la sinopsis de la obra que el dibujo sigue siendo la estructura donde se levanta la arboleda  que pasa a integrar nuestra exuberante naturaleza tropical. La edificación de concreto y macadam sede ante el oleaje faunístico y florístico que trepa al aire para ennoblecer la rigidez edificada. Una ondeante ráfaga azul, blanca y turquesa ¿azulejos, garzas, peces, medusas, bromelias, helechos, trinitarias, manglares? ganan espacio humanizando el ambiente,  se escucha el croar de los batracios en el hervor del musgo  y una bandada de guacamayas se desplaza ante las exorbitadas retinas. Un relámpago en acecho ilumina con sus destellos la piel de fuego del Catatumbo y avecina  surtidores al imponente  boscaje.

El profesor Alexis Fernández destaca  “las múltiples sonajas con el rumor del viento enredado  en aireadas caracolas y  encendidos  tambores  se incorporan en la cálida estridencia del color que cobra vida, una y otra vez en el movimiento que se descorre  en círculos hasta seducir al espectador. Un torbellino de fauna y vegetación  (articulado por la sutil armonía  del dibujo) estalla ante un imaginario que interroga la propuesta visual  en busca de respuestas que satisfagan la estremecida sensibilidad. Las respuestas están en las extensiones que el artista logra al recuperar los códigos de un paisaje que nos identifica, que nos da sentido de pertenencia, que nos reencuentra con nuestra identidad como pueblo. Enraizado en ese paisaje va Ajé San Benito Ajé en presencia celebratoria ancestral. Un contrastable rasgo de nuestra venezolanidad se extiende en la recreación artística de nuestro paisaje espiritual, en la recuperación de nuestros  valores ancestrales”.

"El  mural que hoy  imanta la exorbitada pupila y se adentra en las nociones de tiempo y espacio hasta reconstruir el cronos y locus habitable,  además de ser  un regocijante encuentro con la naturaleza es un homenaje a uno de los cultores populares más trascendentes de nuestro país!"

San Benito, soy yo se concibe como homenaje a Juan De Dios Martínez. La personificación de nuestra afrodescendencia más auténtica, más raigal y por tanto más actual y vigente!

Juan de  Dios Martínez nos   legó el alfabeto y las enseñanzas  donde se reconstruye el Chimbángele: cánticos, normas y nociones, instrumentos,   repique y danza ancestral, convocan al encuentro de Ajé San Benito Ajé, Dios de las aguas azules del Coquivacoa con sus danzantes devotos, al encuentro con  un pueblo que apuesta por el sentido de sus ancestrales pasiones". _ (Fragmento del texto San Benito soy yo")._

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