Opinión

Hallacas del apocalipsis

La hallaca hunde su olor y sabor en la colonia

La hallaca hunde su olor y sabor en la colonia. Desde entonces, solo una vez una facción política prohibió su presencia en la mesa navideña. Ocurrió en el doloroso diciembre de 2002, durante el paro-sabotaje petrolero que la oposición (ayer Coordinadora, hoy MUD) lanzó “hasta que Chávez se vaya”. Paralizaron la industria petrolera, todos los sambiles y el beisbol profesional, pero la hallaca salió indemne. El 24 de diciembre estaba allí, en cada hogar venezolano.

Por aquellos días difíciles, la derecha antinavideña emitía un parte de guerra todas las tardes, en cadena privada de radio y televisión. Un cuestionado ex gobernador guayanés llegó a amenazar: “Nos comeremos las hallacas en febrero, después de que el tirano se vaya”. Bramó que las hallacas saben igual en cualquier mes, lo que contradice la historia gastronómica, desde Oviedo y Baños hasta Aquiles Nazoa. Pero la ignorancia es libre, gente con menos gustos que disgustos. Su febrero “navideño” nunca llegó porque el paro se escapó, “se nos fue de las manos”.

La batalla de la hallaca contra esta oposición sin gaita ni aguinaldo no fue fácil. Enfrentó partidos desahuciados, cadáveres insepultos, ex izquierdistas conversos, meritócratas sin villancicos, las embajadas de España y EEUU, 200 ONG financiadas por un burlón Santa Claus, la Conferencia Episcopal y Fedecámaras. El pueblo humilde sufría interminables colas tras una bombona de gas. Se las ingenió para conseguir desde los ingredientes importados hasta las hojas de plátano. En cerros y barrios donde el combustible no llegó, la leña en el fogón popular le dio fuego y sabor al condumio.

Otra vez la derecha profetiza una Navidad sin hallacas, como un apocalipsis culinario. Desde ya esconde los productos para que se dé la profecía autocumplida. Lanza encuestas donde la oligarquía anti-Niño Jesús se atribuye más de 30 puntos sobre el pueblo. Jura que esta vez la hallaca de los “tierrúos” -léase pobres, obreros y clase media baja- sí será derrotada. Tarde percibirá el olor del barroco y mestizo plato, cuando Tibisay Lucena anuncie que la hallaca del pueblo estará el 24 en cada mesa, con sobrados motivos para celebrar.

Earle Herrera

Periodista / Profesor UCV

/N.A

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