Estudios anteriores ya habían demostrado que introducir más frutos secos en la dieta mediterránea puede proteger contra el deterioro cognitivoasociado a la edad y ayudar a preservar la memoria.
Pero, ¿cómo afectan los frutos secos a la actividad cerebral realmente? Un equipo de investigadores de la Universidad de Loma Linda en Beaumont, California (EE. UU.) se dispuso a averiguarlo.