Al menos 65 miembros del Estado Islámico (EI) han muerto de baja como resultado de los ataques con misiles efectuados por Irán en la localidad siria de Deir ez Zor el pasado 18 de junio. Se trata del primer uso operacional de misiles de medio alcance efectuado por Teherán desde la guerra con Irak, que terminó en 1988.
Ese grupo armado reivindicó la acción a través de su medio habitual, la agencia Amaq, y especificó que un atacante suicida detonó los explosivos en la suroccidental provincia de Baluchistán.
El enviado especial de Rusia para Afganistán, Zamir Kabúlov, informó que el número de terroristas del Daesh (autodenominado Estado Islámico) en Afganistán aumentó considerablemente durante los últimos meses, lo que representa una seria amenaza para Asia Central y Rusia.
