Amistades peligrosas con el franquismo
Parece contradictorio que Arístegui, quien es miembro de la junta directiva del PP, venga a Venezuela a supervisar las elecciones a la Asamblea Nacional el próximo 26 de septiembre, y de antemano juzgue que “Venezuela no es una democracia” y además acuse al sistema político venezolano de carecer de “convocatoria a elecciones”, justamente lo que él viene a supervisar.
Hasta el sol de hoy España no ha podido quitarse de encima la sombra del fascismo franquista (1939-1975), una de las dictaduras más férreas que ha vivido Europa, cuyos intereses perviven en el Partido Popular (PP), a quienes se ha acercado la oposición venezolana buscando apoyo para las elecciones del próximo 26 de septiembre (26-S).Las políticas racistas, imperialistas y expansionistas, se han disfrazado en la figura del PP, quienes le han negado a los españoles la justicia de los crímenes franquistas cometidos en el pasado y han condenado los procesos revolucionarios de América Latina.En el año 2006, durante una sesión del Parlamento Europeo, fue condenada la represión fascista del franquismo por todos los representantes de los distintos países que lo conformaban en ese momento, pero sólo se abstuvieron dos, el Partido Popular, y un eurodiputado polaco, quienes se negaron a admitir a un régimen que durante tres décadas sembró el terror en España.El mismo PP ha frenado la causa del juez español Baltasar Garzón quien se encontraba investigando sobre los crímenes del franquismo, caso que recientemente Argentina ha asumido ante la indiferencia del Estado español, de revelar la verdad sobre los horrores del franquismo.El fascismo franquista se viste hoy en día de democracia a través del PP, partido que alberga a uno de los máximos representantes del posfranquismo, el ex presidente José María Aznar, quien es el presidente del laboratorio de ideas del Partido, encubierto en la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), la cual, no sólo sostiene que el franquismo no fue “fascista”, hecho que marca la complicidad y la vigencia de la sombra de Franco dentro de este partido, sino que, además, funge como tribuna para despotricar de las revoluciones que se adelantan en América Latina, acusándolas de “indigenistas, populistas y de fanatismo religioso”, y que, claro está, quieren hacer fracasar.
El PP y Venezuela
En el año 2009 José María Aznar, quien metió a España en la invasión yanqui en Iraq, recibió a 3 contrarevolucionarios venezolanos, Julio Borges, de Primero Justicia; Omar Barboza, de Nuevo Tiempo, y Luis Ignacio Planas, de Copei. En ese encuentro en la FAES que duró 3 días, tanto Aznar como los partidos opositores establecieron una “hoja de ruta” para luchar contra los sistemas “antidemocráticos” como Venezuela. Ahí acordaron un plan político de 4 años para hacer frente al Gobierno Bolivariano, con miras a las elecciones presidenciales del 2012.
El dirigente del partido Primero Justicia ha manifestado en anteriores ocasiones su simpatía con el PP. “Hay cosas concretas que hizo Aznar en su gobierno y que ha hecho el Partido Popular, que desde Primero Justicia nosotros sentimos total afinidad”, manifestó Julio Borges en una entrevista exclusiva a Noticias24. En la misma cita, Borges también aseguró que Primero Justicia es de la misma familia que el PP y que así como ha tenido reuniones con Aznar, confiesa: “También he tenido el privilegio de tener reuniones con el ex presidente Vicente Fox en México, con Álvaro Uribe (Colombia) y con el presidente mexicano Felipe Calderón. Todos somos de la misma familia “centro humanistas”, y de eso, nos sentimos orgullosos”, expresó el dirigente de Primero Justicia.
En julio de este año el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, también visitó España para pedirles a los partidarios del PP que acudan como observadores a los comicios parlamentarios del próximo 26 de septiembre (26-S). Ledezma sostuvo una rueda de prensa en el Senado junto al portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos, Dionisio García Carnero (PP), quien se ha encargado de despotricar de Venezuela en los últimos años desde esa bancada política.
El parlamentario español, García Carnero, antes de reunirse con Ledezma en España, ya había estado en Venezuela, cuando participó del encuentro con la oposición venezolana: “Parlamentarios del Mundo por la Democracia. Rumbo al 26 de septiembre”, celebrado en junio en el hotel Pestana.
Desde España rumbo al 26-S
Estas reuniones no fueron en vano para los partidos de la oposición venezolana integrados en la Mesa de Unidad Democrática, los cuales consiguieron que este 26 de septiembre, en las elecciones a la Asamblea Nacional en Venezuela, estén presentes cuatro dirigentes del conservador Partido Popular (PP). La delegación estará encabezada por el portavoz de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, y de ella formarán parte también los eurodiputados Carlos Iturgaiz, Gabriel Mato y Pablo Arias.
El principal delegado de España, representante del PP, Gustavo de Arístegui, opinó en su artículo titulado “El triángulo diabólico del chavismo”, escrito este año, que “Venezuela no es una democracia. Quienes afirman lo contrario desconocen que todo régimen democrático precisa, además de convocatoria de elecciones, separación de poderes, justicia independiente, garantía y respeto absoluto a los derechos y libertades fundamentales, Estado de Derecho, imperio de la ley e igualdad de todos los ciudadanos ante ésta. Ninguno de estos requisitos, ninguno, es respetado o siquiera tomado en cuenta por el régimen chavista”.
Parece contradictorio que Arístegui, quien es miembro de la junta directiva del PP, venga a Venezuela a supervisar las elecciones a la Asamblea Nacional el próximo 26 de septiembre, y de antemano juzgue que “Venezuela no es una democracia” y además acuse al sistema político venezolano de carecer de “convocatoria a elecciones”, justamente lo que él viene a supervisar.
Con semejantes declaraciones, no cabe duda de las intenciones del enviado del PP en Venezuela
