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Salto Kamá Merú se considera la entrada al paraíso

De noche, si hay cielo despejado, el usuario se maravillará de la vista del mágico cielo estrellado divisado desde este encantador sitio

El Parque Nacional Canaima, ubicado en el estado Bolívar, es rico en monumentos naturales que atraen anualmente a miles de turistas, los que se aventuran a conocer estos majestuosos paisajes que ofrece la Gran Sabana, en especial el Salto Kamá, por su impactante caída de agua, lo que muchos visitantes la denominan “entrada al paraíso”.

Salto Kamá o en dialecto pemón Kamá Merú, se encuentra situado en el sector Oriental de este espacio recreacional, específicamente en el kilómetro 201 de la Troncal 10, y aunque no es visible desde la carretera está localizado justo al lado. Es un lugar de fácil acceso, y sitio preferido por quienes acampan en la Gran Sabana.

Esta magnífica creación de la naturaleza cuenta con una caída de aproximadamente 50 metros de altura, y sus aguas se distribuyen en varias cascadas, además de contar con senderos para caminar, lo que le permite a los visitantes bajar hasta la base misma del salto. Si bien es cierto, este afluente no tiene la magnitud del Salto Aponwao (Chinak-merú), bien vale la pena disfrutar de su esplendor desde su base.

El Instituto Nacional de Parques (Inparques), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas (Minea), ha sido fiel garante de la preservación de este espacio, en el que constantemente realiza jornadas de saneamiento, así como continuas charlas a los turistas para que no dejen desechos sólidos en los espacios del monumento natural, ni enciendan fogatas que ocasionen posibles incendios.

El Salto Kamá posee un campamento denominado Ilú-tepui, donde el visitante puede acampar y regocijarse de la vista maravillosa. También, el sitio cuenta con un establecimiento de comida, en el cual podrán degustar la gastronomía autóctona de la zona. Asimismo, es importante señalar, que este albergue es administrado por la comunidad indígena.

Ciertamente, esta imponente cascada es digna de ser visitada, pues al caer la tarde la madre naturaleza hace muestra de su poderío iluminándola a través de los rayos del sol, dibujando así un arcoíris sobre las aguas que se elevan con el viento. De noche, si hay cielo despejado, el usuario se maravillará de la vista del mágico cielo estrellado divisado desde este encantador sitio.

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