Feligreses piden con devoción a la Divina Pastora en su procesión 162
Con cantos, rezos y alabanzas todos los 14 de enero la ciudad de Barquisimeto, específicamente la población de Santa Rosa, recibe a miles de feligreses, para venerar y acompañar a la patrona de esa ciudad, La Divina Pastora.
Se trata de una de las advocaciones mariana más grande de todo el mundo. Una procesión de más de siete kilómetros que parte desde el santuario de la Divina Pastora, el pueblo de Santa Rosa, hasta la Catedral de Barquisimeto en la que la virgen es llevada sobre los hombros de su pueblo solidario. Esta tradición, reúne alrededor de dos millones de personas en las calles y avenidas de la capital larense.
La historia de la Pastorcita, como le llaman sus feligreses, se remonta al año de 1736 cuando por error llegó a Santa Rosa la imagen de la Divina Pastora. El párroco del pueblo había encargado a un famoso escultor la figura de la Inmaculada Concepción. De inmediato el cura quiso devolverla, pero por más que intentaron, no pudieron levantar el cajón en el que la habían colocado. Extrañamente la imagen se había vuelto muy pesada.
A partir ese momento los pobladores interpretaron el acontecimiento como una señal que la virgen quería quedarse entre ellos.
Posteriormente, en 1812 un fuerte terremoto sacudió al pueblo de Santa Rosa destruyendo el templo donde se encontraba la Pastora. Sin embargo, milagrosamente la imagen quedó intacta. Años más tarde se desató una epidemia de cólera en Barquisimeto en la cual fueron completamente inútiles medicinas, lamentos y plegarias. Ante la peste el padre José Macario Yépez, ofreció su vida a cambio de que la virgen acabara con la enfermedad.
Fue entonces cuando el sacerdote decidió sacar en procesión a la Divina Pastora para implorar su misericordia, la cual fue concedida, puesto que ese mismo día desapareció el cólera. No obstante, al poco tiempo José Macario Yépez murió a causa de la epidemia.
Como agradecimiento y para recordar el milagro cada 14 de enero se traslada, en una procesión multitudinaria y fervorosa, a la patrona del estado.
Los feligreses veneran a la virgen con especial cariño y devoción, regalándole sombreros y trajes de telas preciosas, algunos de ellos encargados a los diseñadores más famosos del mundo, razón por la que muchos comentan que no hay mujer en Venezuela que tenga un vestuario más lujoso que el de la Divina Pastora de Barquisimeto.
Según los estudios realizados con respecto a la tradicional procesión barquisimetana, es la tercera concentración mariana más grande del mundo, reuniendo a millones de personas devotos a la Divina Pastora, ubicándose detrás de la Virgen de Guadalupe en México y la Virgen de Fátima en Portugal.
