Écrasez l’infâme!

 

“ Écrasez l’infâme !”, “¡aplastad al infame!”, era lema fundamental de Voltaire. Y esa marcha estaba encabezada por los más infames entre los infames de la galaxia. Me pregunto ahora: “Suis-je Charlie?”, “¿Soy Charlie?”. Sí, soy Charlie, pero no esa caricatura perversa que se está haciendo de él. Nos lo secuestraron como a Mandela.

 

Llama la atención orgía tan ruidosa y unánime de la mediocracia mundial por un semanario tan insolente. Han podido tomarlo como un suceso menor, lo hacen a diario. Esa orgía fue la afirmación de que matar árabes no merece la misma llorantina, porque esos mismos infames los matan por centenas a diario sin tanto brinquito.

 

Apenas la mediocracia mundial se lanza en una sola dirección, marchando al paso, me agarro la cartera. Si aún viviera en París como en los años 70, no hubiera marchado el domingo 11 detrás de Netanyahu.

 

Me recuerda la paliza que 20 jóvenes copeyanos encabezados por Rafael Caldera propinaron a nuestro caricaturista Leoncio Martínez y a otros dos trabajadores del periódico humorístico Fantoches. 20 veinteañeros contra tres cincuentones. A la sazón, esos valientes camisas negras copeyanos colectaban dinero para el fascismo durante la Guerra Civil Española. Solo les faltaron armas automáticas. Hasta el pretexto era el mismo: que Leoncio Martínez los zahería.

 

Comparan la masacre de Charlie Hebdo con el derribo de las Torres Gemelas que, como sabemos, ha servido para justificar mil exterminios. ¿Cuánta población árabe está ya sentenciada a muerte a trueque de Charlie Hebdo?

 

Porque la hipocresía incluye acusarte de estar con los asesinos si no te unes al coro fariseo. Incluye recitar que no se debe hacer la amalgama islamismo = terrorismo …para seguir masacrando islamistas. Nadie ha hablado de los abusos policiales cotidianos contra los árabes en Francia nada más porque son árabes, relegados en barrios despojados. Y para recordarnos que la realidad es compleja, ¿verdad, Edgar Morin?, uno de los policías asesinados defendiendo el semanario era musulmán. Y otro policía, el número 2 de la investigación de este crimen, se suicidó en circunstancias no aclaradas. Ça fait rêver, se dice en francés, “da que pensar”, se dice en español.

 

Nos mojaron la pólvora. Costará recuperar esos símbolos de lucha. No me consta que lo de las Torres Gemelas y esto otro hayan sido operaciones de bandera falsa. Hay mucho enredo, porque son o de Al Qaeda o del Estado Islámico, que luchan en perversa armonía con la Otan. Si es que los asesinos no fueron unos mercenarios y los tres muslimes imputados fueron chivos expiatorios. En cualquier caso le caen del cielo a la industria armamentista. Francia acaba de enviar un portaaviones a invadir Irak.

 

Écrasez les infâmes !