Santos es optimista sobre la firma del acuerdo de paz en el plazo fijado
"Hay un cronograma para terminar la confrontación bélica, si lo logramos es porque desatamos el nudo gordiano de la justicia transicional", aseguró el jefe de Estado
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reiteró su optimismo en torno a la posibilidad de firmar la paz en un plazo de seis meses al tiempo que calificó de trascendental el reciente acuerdo con las FARC-EP sobre justicia.
Según el mandatario el 23 de marzo del 2016 o antes, Colombia dirá un adiós definitivo a la última y más larga guerra de todo el hemisferio occidental, si todo marcha según lo pactado, dijo.
"Hay un cronograma para terminar la confrontación bélica, si lo logramos es porque desatamos el nudo gordiano de la justicia transicional", aseguró el jefe de Estado.
Representantes gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dieron a conocer en semanas previas los puntos básicos de la llamada Jurisdicción especial para la paz, mecanismo en virtud del cual serán constituidos tribunales con la misión de investigar, juzgar y sancionar a responsables de la contienda.
Tal metodología se rige por la premisa de impedir la impunidad en casos de crímenes de lesa humanidad, adicionalmente incluye beneficios como indultos o amnistías para delitos políticos y conexos, precisó el comunicado conjunto divulgado entonces.
En opinión del gobernante ese tema era uno de los más complicados dentro de agenda de conversaciones con el movimiento guerrillero y de cuya solución depende el avance hacia la distensión.
Es la primera vez en la historia de los conflictos desatados en el mundo que un Gobierno y un grupo insurgente -a través de un consenso y no como resultado de imposiciones- crean un sistema de rendición de cuentas ante un tribunal nacional por la comisión de delitos graves, expresó Santos durante la apertura de una reunión con juristas de la región de Las Américas.
El ocupante de la Casa de Nariño valoró tal avance como una experiencia que podría servir de precedente para contribuir a resolver otras conflagraciones.
Equipos del Ejecutivo y de las FARC-EP dialogan en la capital cubana desde 2012 con el objetivo de hallar una salida política a la guerra interna, prolongada durante más de medio siglo y que ha ocasionado la muerte a unos 230 mil ciudadanos.
El pasado 23 de septiembre ambas delegaciones convinieron que finalizarán tales conversaciones a más tardar en un lapso de seis meses -a partir de esa fecha- con un tratado pacificador.
Tras conseguir preacuerdos en otros tópicos como reforma rural integral, drogas ilícitas y participación política de los futuros desmovilizados, los grupos de negociadores deberán perfilar algunos asuntos contenidos en el pacto sobre justicia, así como establecer los términos para el cese el fuego bilateral, la dejación de armas y la reintegración a la sociedad de los combatientes.
La firma de la paz, quién lo duda, es indispensable para el desarrollo de nuestro país, pero sabemos bien que es apenas el comienzo de una enorme tarea dirigida a la reconstrucción del tejido social, la recuperación de la confianza y la reconciliación, subrayó Santos.
