Mundial Zulia

Operatividad del instituto zuliano de diabetes se encuentra en colapso

Yvke mundial/Alexander Sanabria

Con los términos “Arrugada, deteriorada y vuelta nada” podrían definirse sin vacilación alguna la dinámica de funcionamiento del instituto zuliano de diabetes (Inzudiabetes) ubicado en la parroquia cristo de Aranza de la capital zuliana, específicamente en el ala oeste del hospital general del sur “Dr. Pedro Iturbe” en detrimento de un estimado de 6 mil pacientes diabéticos tipo 1 y 2 que acuden al lugar para el manejo y control de la terrible enfermedad crónica degenerativa (Consultas de nutrición, pie diabético, prevención y psicología) demás patologías, asociadas a dicha condición médica.

Y es que resulta que desde el inicio del año en curso la dotación de medicamentos esenciales para el citado cuadro médico como insulinas o hipoglucemiantes orales y antihipertensivos; entre otrosha bajado a niveles alarmantes al punto que en ocasiones no hay nada que ofrecer porque la farmacia del lugar está completamente vacía a pesar de la mirada impotente de cientos de pacientes que anhelan salir del lugar, con las medicinas para sus tratamientos en manos.

Yvke mundialpudo conocer que de la paupérrima situación están al tanto desde hace 90 días no sólo la dirección del hospital general del sur “Dr. Pedro Iturbe” al mando de Alfredo Mogollón, sino además la autoridad única de salud en Zulia doctora Omaira Prieto Fernández; pero hasta el momento no ha sido registrada una actuación contundente de manos de la figura en cuestión o cualquier otra autoridad competente.

¡De muerte lenta! 

A pesar del funesto escenario al conversar con algunos pacientes de inzudiabetes se conoció que las carencias no afectan en gran medida al grupo de profesionales que a diario, presta servicio en la instalación de salud.

También es importante resaltar que el sitio ha sido víctima de constantes robos de cableado eléctrico, anulando por completo el sistema de climatización en áreas para la atención del denominado pie diabético, salón de usos múltiples y laboratorio clínico; siendo esta última una de las zonas más golpeadas que ha reducido el número de atención a pacientes de 300 semanales a 100 de lunes a viernes. Lo anteriormente descrito sin mencionar el riesgo constante para extraños y propios al no existir bioseguridad, que ligado a las altas temperaturas en algunos espacios de inzudiabetes hace que proliferen las bacterias más rápidamente.

De hecho algunas oficinas de la referida locación están prácticamente en penumbra y como si fuese poco la maleza crece sin control en la periférica de inzudiabetes, al punto que de forma acordada un grupo de pacientes asiste a hacer limpieza exterior de manera voluntaria.

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