Opinión

Nuestra primera gran victoria sobre el Decreto de Obama

Ante la nueva arremetida del gobierno norteamericano, con la renovación del Decreto de Obama que nos declara como una amenaza inusual y extraordinaria, hemos visto al pueblo venezolano junto a su Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), responder con coraje y valentía.

La movilización ha sido inmediata y en todo el territorio nacional, pese a las dificultades que atravesamos como consecuencia de la guerra económica. Se equivocan nuevamente los representantes de la oposición lacaya del imperio, que subestiman al pueblo y señalan que la mayoría de la población “piensa con el estómago” y ante la problemática inducida por el saboteo, la escasez y el acaparamiento, no se preocupa ahora por esta amenaza a nuestra soberanía sino por resolver sus necesidades individuales.

El pueblo ha dado una respuesta de conciencia del deber social y colectivo, demostrando que somos los herederos de la gesta emancipadora de Bolívar, y ha salido a las calles para dejar en claro ante las pretensiones injerencistas de EEUU, que nuestra dignidad y nuestra independencia no se negocian.

Esta demostración de valor y patriotismo del pueblo trabajador y del pueblo uniformado; del pueblo campesino, de los estudiantes, de las mujeres; de artistas e intelectuales; de pequeños y medianos empresarios, de emprendedores, es la primera gran derrota para el Decreto de Obama.

La gran unión del pueblo es la primera victoria frente al contraataque imperialista. Y esa unión, va más allá de nuestras fronteras. En toda la América Latina y el Caribe, en todos los rincones del planeta donde los pueblos luchan por su liberación, recibimos de nuevo el respaldo de millones y millones de personas. Esa es una poderosa respuesta a los factores políticos ultraconservadores que pretenden seguir subordinando el mundo al dominio hegemónico de EEUU, y también es una indiscutible señal para el Pentágono y la Casa Blanca: nosotros no vamos a entregar nuestro territorio, nuestros recursos naturales, para el saqueo y la expoliación; no volveremos a ser peones del imperio, hemos decidido ser libres y no vamos a permitir que nuestro continente caiga de nuevo en las garras del coloniaje.

Y claramente en esta confrontación, cada quien se está ubicando en el lugar que le corresponde. Nos encontramos a quienes están a favor del imperio yanqui, para que siga dominando nuestros países, imponiéndose a punta de cañones, de chantaje y de violencia; y a quienes nos alineamos por la defensa de la Patria, la paz, la soberanía y la felicidad del pueblo.

La contrarrevolución se ha declarado, definitivamente, enemiga del pueblo y aliada del imperialismo estadounidense, por ello han puesto en marcha un programa de desestabilización, la Hoja de Ruta 2016, para socavar nuestra institucionalidad democrática y justificar el bloqueo financiero y la invasión militar de nuestro país.

Y ante esta realidad, el pueblo se ha impuesto con su propia lógica, que no es otra sino la de la liberación y la búsqueda de la paz. Eso es lo que contempla el Plan de la Patria, legado programático de Chávez para alcanzar el Estado democrático de derecho y justicia social por el que decidimos emprender una Revolución auténtica y socialista. A esa lógica obedece la Agenda Económica Bolivariana, que permite dar continuidad a la planificación estratégica contemplada en el Plan de la Patria, en medio de la emergencia económica.

Por esta razón, el pueblo no cae ni caerá en provocaciones; los venezolanos, las venezolanas, independientemente de nuestra preferencia político-partidista, estamos dispuestos a defender la dignidad de nuestra Patria cueste lo que cueste. Queremos seguir en paz, desarrollando nuestro modelo económico productivo que nos permita superar el fracasado rentismo petrolero, rumbo a la Venezuela potencia.

Hemos demostrado que estamos sobreponiéndonos a nuestras diferencias internas; a nuestras debilidades y errores; a nuestras limitaciones, a nuestras deficiencias; estamos sobreponiéndonos a los malestares que podamos tener por algunas fallas, para construir la verdadera unidad, unidad de los patriotas como decía Chávez, más allá de la consigna. Y esa es repito, nuestra primera gran victoria sobre Obama.

Este pueblo no volverá a ser colonia. Por nuestras venas palpita la sangre de Guaicaipuro, de Simón Bolívar, de Ezequiel Zamora, de Manuela Sáenz y del Negro Primero; de todos los hombres y mujeres que a diario construyen la Patria con amor, responsabilidad y sacrificio. Palpita el corazón de Chávez.

Ante el contraataque del imperio yanqui, respondemos como pueblo con mayor organización y disciplina, con mayor convicción de la necesidad de mantenernos unidos, monolíticamente, en el gran movimiento cívico-militar bolivariano y patriota que el Comandante Eterno construyó, para defender el interés nacional y preservar la integridad de la Patria en cualquier circunstancia que se nos presente. ¡Venezuela se respeta!

¡Viva Chávez!

¡Viva Maduro!

¡Viva el Pueblo bolivariano y patriota!

¡Viva la Patria Antiimperialista!

¡Obama deroga el decreto ya!

Barinas, domingo13 de Marzo de 2016.

Articulos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button