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Miles de feligreses elevaron sus oraciones al Nazareno de San Pablo

Protegido bajo un arco de orquídeas moradas, la imagen del Nazareno partió de este templo luego de una serie de misas y una intensa vigilia que se prolongó durante la madrugada del miércoles

A las nueve de la noche finalizó la peregrinación de los miles de feligreses que el miércoles santo arribaron a la Basílica de Santa Teresa, para venerar al Nazareno de San Pablo. El recorrido incluía lugares propios del centro de Caracas: la plaza Diego Ibarra, la avenida Lecuna, escaleras de El Calvario, entre otros.

Protegido bajo un arco de orquídeas moradas, la imagen del Nazareno partió de este templo luego de una serie de misas y una intensa vigilia que se prolongó durante toda la madrugada del miércoles.

Adentro de la iglesia, cientos de personas pedían al unísono por la sanación de los enfermos, el amor para los abandonados, el arrullo para quienes sufren víctimas de la guerra; afuera, en cambio, comerciantes ofrecían sahumerio, velas, palmas y hasta estampillas de imágenes religiosas como la del Doctor José Gregorio Hernández, a quien también le hicieron peticiones.

Un acto de fe

Adultos mayores acudían a la Basílica de Santa Teresa el miércoles como parte de un ritual desde hace muchos años, convertido inclusive en una tradición familiar, mientras que los niños, nuevos en la labor de promeseros, aguardaban sin comprender la ceremonia.

"¿Ese es Dios? ¿Tiene piernas para caminar?" preguntaba un niño vestido con la tradicional túnica color morado, que presenciaba la misa sobre los hombros de su padre.

La tradición del Nazareno de San Pablo data desde el siglo XVII, cuando la imagen -diseñada para ser una réplica de Jesús de Nazareth– recorriera la Caracas de 1597, afectada bajo una terrible epidemia concebida como "la fiebre del vómito negro". La aparición de la imagen del Nazareno y las manifestaciones de fe que produjo en su pueblo, motivaron la sanación.

Años después el gobierno venezolano de la época confía en las manos del arquitecto Juan Hurtado Manrique la construcción de un imponente templo que sirviera de morada para el Nazareno.

Fue así como se construyó la Basílica de Santa Teresa, joya neoclasica inaugurada en 1811 y que desde entonces protege la estatua del Nazareno que carga sobre sus hombros una inmensa cruz, símbolo del pecado y las dificultades en la humanidad.

Víctor Gerbasio, quien es adulto mayor y miembro de la Cofradía de Cargadores del Nazareno, brindaba información a las personas que aguardaban en los alrededores del templo. Aunque nació en Perú tiene 16 años en Venezuela, 12 de ellos dedicados a venerar al Nazareno.

"Me trajo hasta el Nazareno la fe, la devoción. Le prometí que me curara de hernias que tengo en todo mi cuerpo, no tengo opción de operarme pero la fe es la que me mantiene", expresó Gerbasio, en declaraciones a la Agencia Venezolana de Noticias. Eran las cuatro de la tarde y todos permanecían atentos, a la espera del inicio del recorrido.

Paz, la principal petición

Dentro de la iglesia, cientos de personas, con ojos cerrados y manos enlazadas, elevaban sus plegarias ante Dios. La principal petición de este año es Común entre los devotas: la paz para Venezuela, la superación de la coyuntura económica.

"Pedimos que tengamos paz, Concordia, estabilidad para el país. Él sufrió por todos nuestros pecados, y ahora es quien nos protege" expresaba la señora Josefina Malaver, habitante de la parroquia Catia.

Esta no es la primera vez que visita la iglesia. Antes, en compañía de familiares y amigos, acudía a la procesión del Nazareno "aunque esta durara hasta las 11:00 de la noche".

"Es una devoción familiar" ratifica la señora Josefina, al tiempo que agradece al Nazareno haberle brindado sanación a un familiar quien padecía de una enfermedad renal. "Él le pidió hace ocho años al Nazareno el poder seguir vivo, y ahí está. Ha salido adelante y está con nosotros", dijo.

Para proteger la seguridad de los devotas durante los días de la semana mayor, el Gobierno Nacional ha activado un amplio número de funcionarios de cuerpos de seguridad y policías, que permanecen vigilantes en los alrededores de la iglesia, y de los seis templos ubicados en la ciudad capital.

Este jueves habrá misa desde horas de la mañana. La jornada culminará con el lavatorio de los pies del Nazareno, en un acto de amor, respeto y rendición, y agradecimiento por los milagros concedidos.

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