Opinión

Linchamiento

Los inocentes medios de comunicación son especie de títeres, son manipulados, manejados a su antojo por quienes detentan su propiedad

Los inocentes medios de comunicación son especie de títeres, son manipulados, manejados a su antojo por quienes detentan su propiedad. En la medida en que crecieron por el desarrollo tecnológico y se diversificaron, acaparan todos los escenarios. Desde lo más convencional hasta lo más sofisticado en el mundo de las redes sociales. Tienen un gran aliado y es la instantaneidad. En tiempo real pueden transmitir su versión de los hechos, lo que no indica que sea la verdad.

Esta mirada hacia los medios no es nueva. Después que deslumbraron en las primeras décadas del siglo XX, con el impacto de la imagen y el sonido por la irrupción de lo audiovisual, los investigadores reflexionan sobre el quehacer mediático. Se analiza el papel que tendrán durante la primera y segunda guerras mundiales y el manejo que se hará de la radio y el cine, en los regímenes nazifascistas.

En el siglo pasado se comprueba que estos aparatos de comunicación se convertirán en armas políticas e ideológicas, en legitimadores del statu quo. El poder económico que les sirve de soporte expande sus tentáculos hacia diversas áreas. Todo lo que mueva el negocio de la industria cultural será tocado por los mercaderes de la información. Esta praxis no cesó, aumentó.

En los 15 años de la revolución bolivariana hemos padecido un poder mediático que se ha enfrentado con todas sus armas perversas, primero con Chávez y ahora con Maduro. No es simple retórica. Los hechos apuntan a ataques persistentes, difamadores, contra lo que pueda apuntalar al gobierno. Se distorsiona y descalifica y se emprenden campañas mundiales -por la derecha internacional- para tratar de construir el concepto de Estado forajido, que propiciaría la intervención gringa.

En este momento, el linchamiento es contra el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Todo el poder mediático nacional e internacional se ha articulado de tal forma, que se confunde acerca de cuál es la fuente, entre los periódicos que se involucran al transmitir supuestos hechos que vincularían a Cabello con los carteles de la droga. Wall Street Journal, ABC de Madrid y los medios locales se triangulan al ofrecer informaciones preconstruidas, maquilladas por la injerencia foránea. El objetivo: destruir a Diosdado Cabello. 

Profesora de la UCV

/N.A

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