Opinión

El FMI gobierna hoy en Ecuador

El relato en Rebelión pareciera identificarse con el best seller de John Perkins, Confesiones de un ganster económico. Dado su similar contenido

Un trabajo periodístico publicado el fìn de semana en Rebelión destaca que, si bien el Fondo Monetario Internacional no ganó las elecciones en Ecuador ni fue convocado por su pueblo, hoy, en plena alianza con el gobierno de los empresarios ordenan en esa nación.

Indica la información que, pocos días antes del paquetazo de medidas económicas y laborales anunciadas por el presidente Lenin Moreno, ya la prensa comercial anunció que el FMI no daría el nuevo desembolso del crédito contratado si no se hacían las reformas desde el gobierno.

Y, una vez tomada la decisión -cita el trabajo de Rebelión-, el FMI salió a dar su "apoyo" a la decisión gubernamental, como si la bendición del organismo multilateral la santificara.

Lo cierto de todo, siempre de acuerdo a lo que está escrito, "las medidas tienen el carácter de las recetas neoliberales: debilitar el Estado y fortalecer las grandes empresas; obligar a los pobres a pagar la crisis que causaron los poderosos y los benefició; hambrear a un pueblo entero para garantizar el pago de la deuda externa".

Refiere igualmente lo escrito que "Ello se enmascara en discursos de transparentar las finanzas, de poner la casa en orden y, por supuesto, de sacrificarnos "todos" para lograr días mejores. Los gobiernos neoliberales en el momento de tomar medidas de este tipo dicen que hay que apretarse los cinturones por un tiempo, pero que a la vuelta está el paraíso. Este, pretende que no hay que apretarse los cinturones, que el incremento del precio de gasolinas y del transporte de alimentos y personas, no afectará a la población".

El relato en Rebelión pareciera identificarse con el best seller de John Perkins, Confesiones de un ganster económico. Dado su similar contenido. Prosiguiendo con el texto en cuestión, refiere el texto "que las medidas tengan relación directa con imposiciones colocadas sobre el país a cambio de deuda externa es uno de las causales de su ilegitimidad".

Las condicionalidades que vienen con los desembolsos, que ponen obligaciones al Estado que se califica de soberano, los registros de avances en el que se entrega al FMI información que se mantiene oculta al pueblo, destruye cualquier sentido de la democracia".

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