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Argentino crea toalla femenina que detecta enfermedades

La toallita incluye tres partes: una capa que está en contacto con la piel; una segunda, de absorción y filtro; y una tercera con un chip de microfuidos.

Por crear una toallita femenina que puede detectar enfermedades ginecológicas, el argentino Gabriel Weinstein fue distinguido en Estados Unidos, por la Singularity University de San Francisco, el instituto de la Nasa que recluta cerebros tecnológicos de todo el mundo.

La toallita incluye tres partes: una capa que está en contacto con la piel; una segunda, de absorción y filtro; y una tercera con un chip de microfuidos.

El chip está compuesto por un sensor que es como un laboratorio, y cuando el flujo menstrual llega hasta él, el marcador reacciona. Si hubiera alguna enfermedad en el organismo femenino, se generará un electrón y la usuaria de la toallita femenina recibirá la información en su teléfono celular con una aplicación especializada.

“La información que se verá en el celular no indicará de qué tipo de enfermedad se trata, sino un alerta de que algo no está bien para que la mujer haga la inmediata consulta al médico”, expresó Weinstein.

El joven, porteño, viajó especialmente para asistir al reconocido curso y posterior certamen internacional, donde integró un grupo de investigación con otras seis personas: dos médicas, una brasileña y otra danesa; un emprendedor danés; una ingeniera mecánica polaca y un búlgaro, experto en usabilidad (capacidad para utilizar una herramienta particular o cualquier otro objeto fabricado por humanos con el fin de alcanzar un objetivo concreto), contó.

El curso duró diez semanas y el proyecto fue completado en poco más de un mes de trabajo. Todo ocurrió entre junio y agosto. El invento del argentino fue premiado entre 22 presentaciones que fueron seleccionadas para la final.

La misión de esta universidad es inspirar a líderesp ara resolver algunos de los grandes desafíos de la humanidad, en educación, energía, salud, etc. La primera etapa es la capacitación a cargo de referentes mundiales en cada área.

Luego se pasa a la formación de los grupos, por afinidad temática, siempre relacionadas con la posibilidad de aportar desde la ciencia para beneficiar a millones de personas en todo el mudo afectadas por Sida u otras enfermedades que son tratables y curables.

“Nosotros introdujimos en la investigación, por primera vez en el mundo, a la menstruación, un aspecto de la ginecología femenina que sigue siendo tabú en muchos grupos sociales; buscamos sacarle provecho a algo que inicialmente se piensa en términos negativos, malos o molestos”, puntualizó Weinstein en la charla con este diario.

Añadió que en la menstruación se puede encontrar un 60 % de los marcadores de enfermedades que también se pueden encontrar en las venas, entre ellas, gonorrea, sífilis, HPV, clamidia. Pero, además, se pueden encontrar 300 biomarcadores que no están en la sangre, por ejemplo, los referidos a la fertilidad.

Y agregó: en la menstruación hay sangre, fluidos y el endometrio que también se puede estudiar para saber cuán saludable está.

El equipo tuvo tres días para pensar la idea, que ante todo tenía que proponer soluciones concretas a por lo menos mil millones de personas, además de que esas mejoras debían ser sostensibles en un período menor a 10 años.

El invento salió después varios debates y algunas trasnochadas juntos, se enfocaron en potenciar lo que mejor sabía hacer cada uno; así bocetaron el proyecto, que logró la aceptación instantánea de los jurados y también de las compañías grandes del sector.

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