Opinión

Abril de pueblo

Cuando evaluamos la ofensiva norteamericana de los últimos meses, el pulso geopolítico con Rusia, que se expresa en los precios del petróleo y en la batalla en Siria, el esfuerzo por reordenar lo que ellos consideran su patio trasero atacando ferozmente en Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador y Venezuela, entre otros, pareciera que fueran tiempos de la caída del muro de Berlín y que regresamos al fin de la historia

Cuando evaluamos la ofensiva norteamericana de los últimos meses, el pulso geopolítico con Rusia, que se expresa en los precios del petróleo y en la batalla en Siria, el esfuerzo por reordenar lo que ellos consideran su patio trasero atacando ferozmente en Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador y Venezuela, entre otros, pareciera que fueran tiempos de la caída del muro de Berlín y que regresamos al fin de la historia.

Venezuela es la joya de la corona, y desde la Asamblea Nacional han iniciado un nuevo intento por controlar el poder político de la reserva petrolera más importante del planeta y vanguardia política de los procesos antiimperialistas. Por eso han activado una agenda legislativa neoliberal que busca eliminar la misión vivienda, privatizar las empresas estratégicas y ceder el paso a la impunidad; de espaldas al pueblo y sus principales necesidades. Se han concentrado en tratar de dejar en libertad a sus políticos presos por corrupción y asesinato, e intensifican la agenda golpista que históricamente los ha caracterizado.

La agenda de la oposición nos recuerda el 2002, con su tono envalentonado, retador, amenazante, nos recuerda el paro petrolero, el golpe de Estado, nos recuerda al imperio queriendo decidir por los venezolanos, financiando y dictando pautas políticas a los sectores apátridas de la vida nacional.

La oposición y los EEUU se equivocan en sus análisis, al igual que en los años noventa, no ha llegado el fin de la historia, todavía los pueblos tenemos qué decir y qué hacer por un mundo distinto. Todavía Bolívar tiene victorias por conquistar en la búsqueda de una patria donde todos vivamos con dignidad, con seguridad y producción soberana.

La historia no se ha terminado y lo vemos en la respuesta obtenida por la visita de Obama a Argentina y Cuba, las movilizaciones en Brasil y la valentía de Lula y su pueblo. Las internas en EEUU también son muestra de que dos formas de ver la vida están en pugna. Esto se repite en España, Francia e Inglaterra.

En Venezuela también estamos en batalla con la agenda de los 14 motores para superar la emergencia económica que estamos atravesando, defendiendo las misiones y el derecho a vivir con dignidad, en el Congreso de la Patria escuchándonos para encontrarnos. Encontrarnos como pueblo, encontrarnos como ese 13 de abril, donde el sentido común y el amor a la patria nos hizo una fuerza de victoria.

@HectoRodriguez

/N.A

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