9 mitos sobre el espacio que son totalmente falsos
Poco a poco la ciencia va explorando el espacio, resolviendo algunos misterios y dando lugar a otros. En los últimos años, el principal caballo de batalla de agencias como la NASA o la ESA es el descubrimiento de planetas potencialmente habitables, mientras que compañías como SpaceX dan prioridad a problemas más mundanos, a la ingeniería de cohetes.
El avance de todo lo relacionado con la astronomía es innegable, aunque no lo suficiente como para quealgunos mitos sobre el espacio bien asentados terminen por ser desmentidos. Algunos de ellos consisten en creencias populares con cierta base, aunque totalmente falsas. Otros son bulos sobre el espacio que tienen cientos de años y que se resisten a desaparecer.
En la galería de imágenes que adjuntamos puedes descubrir algunos de estos mitos y mentiras sobre el espacio y la explicación sobre por qué no deberías creerlos.
La Gran Muralla China no es visible desde el espacio. De hecho, ninguna estructura construida por el hombre lo es
Si sales al espacio sin un traje adecuado, mueres por asfixia y por la expansión de los tejidos. No obstante, no llegas a explotar porque los tejidos humanos son lo suficientemente resistentes como para evitarlo.
El sol no es amarillo sino blanco. Cualquier otro color es resultado de la refracción de los rayos solares al atravesar la atmósfera terrestre
La Luna no tiene lado oscuro. Gira sobre sí misma mientras orbita la Tierra, y eso hace que vaya mostrando distintas partes de su esfera según el día y la hora.
El sonido no se transmite en el espacio, por eso todas las películas de ciencia ficción mienten. Al no haber aire por el que transmitirse, las ondas sonoras no se mueven.
La Luna tarda unos 27 días en completar una órbita en torno a la Tierra, no un día. Por eso varía poco a poco en sus fases.
Mercurio no es el planeta más caliente, pese a ser el más cercano al sol. La temperatura no depende tanto de la proximidad a la estrella como de la atmósfera. Por eso Venus es mucho más cálido.
Los asteroides no arden en el espacio, al contrario: viajan a temperaturas gélidas. Sólo prenden fuego debido a la fricción con la atmósfera terrestre.
n el espacio sí hay gravedad, aunque muy poca como para atraer de forma contundente objetos pequeños. De hecho, es lo que mantiene a los planetas en su órbita.
