Opinión

Bolívar

En 1831 la oligarquía declaró su júbilo por la muerte del Libertador, ordenó quitarle todos los títulos y honores que se le otorgaron y quemar en la Plaza de Armas sus imágenes y monumentos de gloria. En 2002 retiró su retrato del Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores. En 2016 repitió la acción antibolivariana en el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional. Siempre hay un venezolano que sirve de instrumento al odio oligárquico hacia el Padre de la Patria.

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